martes, 9 de octubre de 2007

Machuca se presentará a las generales.

(Freddie Krugger, Esclavitud Digital)

Manuel Machuca vuelve a la carga. Tras su larga estancia en un monasterio tibetano dedicado a la meditación trascendental propiamente propia de uno mismo consigo en sí mismo (un famoso monasterio onanista, cuyos monjes son calvos, paliduchos, esmirriados y están llenos de granos... muy parecidos, en definitiva, a los sacerdotes de todas las religiones), el sin par Secretario General del Partido Onanista, vuelve, más calvo que nunca, a la política española:

"No vuelvo porque deba ningún dinero a mis compañeros los monjes del Tíbet.",ha proclamado Machuca sin que este periodista le hubiera preguntado nada al respecto.

ante la recurrente pregunta de si el P.O. le robará más votos al PP o al PSOE, Machuca respondió que en ambos partidos hay electores descontentos con la política, con la vida sexual y con la existencia en general. "apelamos al sentido común de esa gente (eso sí, que cada uno se apele el suyo, de lo contrario no seríamos el P.O.)", recalcó.

Ante una muchedumbre de representantes de colectivos que piden su desaparición física, Machuca entregó el Premio "Creatividad" que el P.O. concede a los miembros de Juventudes de los demás partidos políticos por la amenaza de muerte más original. Este año se la llevaron dos chavales de 18 años de Izquierda Pacifista, Republicana y Democrática de La Liébana, que le hicieron un retrato muy original, con una bala de verdad en él incrustado, manchita de pintura imitando la sangre y un trocito de corcho que le daba un toque rústico.

Al finalizar el acto dio la noticia que es sin duda la más relevante (políticamente hablando) de la semana

"Me presentaré a las generales porque tienen más clase, pero creo que me dirán lo mismo que las coroneles (y luego hizo con las yemas de los dedos el universal gesto de la calabaza con alubias y chorizo)"

1 comentario:

alfonso dijo...

Movilizaré a toda mi familia para que te vote. Será lo último decente que haga. después iré a confesarme.