El líder y desparasitador del Partido Onanista, Manuel Machuca, ha reaparecido recientemente en Liérnagues (Cantabria) tras haber desparecido misteriosamente hace la tira de años.
"El tiempo no pasa por él"
Una vecina , Lorenza M. , se ha referido así a nuestra revista: " yo estaba en el turno de noche de la gasolinera , km 231 de la carretera de Castrourdiales a Petrogrado, cuando hete aquí que a las dos de la mañana aparece un ser horrible, de casi 6 pies de alto, rasgos humanoides, un casco de moto bajo el brazo, preguntó por la cabina de teléfono, que no la tenemos lo menos desde el 2001, y dijo : "soy Manuel Machuca, he aparecido."
Lorenza también nos indica que el hombre pidió llamar a la Guardia Civil, al Cesid y al Diario 16, que podrían estar muy preocupados por su ausencia.
"No estaba muerto, estaba de parranda espacio-temporal"
"ivedentemente - continúa Lorenza M. - el sujeto estaba muy despistado, y yo bastante asustada también , le pedí que se sentara y me explicara su casio. Él decía que para llamar a la Cadena Ser no eran horas ya, porque estaría la Gemma Nierga hablando con la gente sesperada de la vida de madrugada y que, claro, el Iñaki Gabilondo todavía estaría durmiendo".
Entonces Lorenza identificó al sujeto y de la impresión tuvo que sentarse : "era uno muy raro que había por el pueblo hace muchos años, que salía por la tele y en el parlamento cántabro, y que se le tragó la tierra de un día para otro, y todos pensábamos que se había tirado al mar o algo, porque iba siempre por la vida muy triste y agobiao."
-usted ... Es... -dijo la empleada de la gasolinera - pero si está usted igual: igual de feo y viejo, pero no más. Parece que no haya pasado el tiempo por usted... Pero . ¿¿cómo, cómo??.
El visitante de madrugada dijo entonces a Lorenza:
-yo quería trazar la campaña para presentarme a las Olimpiadas de Sidney 2000 bajo el zambombero lema " dicen que siempre hay un roto para un descosío, pero yo sigo con los riñones al aire", pero recibo un aviso del menisco de interior, que me duele cuando truena y también cuando hay una amenaza, que un grupúsculo contrario a mis ideas puede estar buscando secuestrarme. Cojo este casco de moto y voy a refugiarme a la cueva donde hacía los quesos mi padre, que esta zona es montañosa y hay mucha cueva como usted sabe, me despisto de pimientos con huevos fritos y tropiezo, y caigo por un agujero , y me parecía que caía despacito como Alicia, en aquella negrura... Me sesmayo todo, me recupero al rato, busco la salida, paso por la salida pero sin pasar por la calle de Carretas (no cobro las doscientas mil pesetas), y vengo hasta aquí así como me ve, despistao, y sin saber muy bien si me han secuestrado y una terrorista se enamoró de mí y me ha liberado y ahora tengo el síndrome de estocolmo o qué".
"Le ha pasado como al niño de "el abuelo del bogavante""
La terrible conclusión -admirable, asombrosa- de este periodista de Año Cero es que el señor Machuca - si tal persona era el motorista que nos refiere Lorenza- ha pudido padecer lo que los piriodistas del misterio llamamos un "güelo del bogavante", o sea, y como en la famosa película ochentera, un viaje temporal hacia el futudo. Para él han transcurrido unas horas, para el mundo, años, lustros... De momento no hemos podido hablar con el propio Machuca, sólo contamos con el testimonio de Lorenza M. , quien nos ha dicho que "por donde vino, se fue".
-le dijo a usted algo pa despedirse? -le preguntamos.
-sí, me dijo: "algo maravilloso está a punto de suceder". Y yo le dije "¿que qué va a sulceder? , y el "algo maravilloso, ya te lo he dicho". Y aquel peine-cipillo que tengo allí, vino hacia mí y se puso a peinarme él solo, sin que nadie lo tocara, como si esto fuera una película de Segundo de Chomón o similar.